Turismo Postfordista vs Fordista
El Turismo es un fenómeno económico y social relativamente reciente en la Península Ibérica. Empezó ya hace varios años y entre otras cosas buenas nos ayudó a salir de la dictadura a la que estaba sometida el país y nos permitió entrar en Europa. Desde entonces, han pasado muchas cosas. Unas han evolucionado y otros se han estancado. Existe pero un momento que permite diferenciar las dos épocas principales que separan este fenómeno. Esta separación no responde a un momento temporal concreto (aunque como tal está fechado) sino que es una manera de hacer turismo desde la planificación, la gestión, el consumo y todo lo que rodea este fenómeno.
El Turismo Fordista corresponde a los años 60 hasta los 80 pero en realidad, en muchos lugares, sigue inmerso. Se caracteriza por la producción en masa de los bienes que siguen el mismo patrón y por una economía de escala con una gran concentración industrial. En cuanto a la oferta nos encontramos con la reducción de costes, la estandarización de los productos, la poca competitividad entre destinos y la cantidad frente a la calidad. La demanda se caracteriza por el escaso nivel de especialización, una demanda pasiva y poco nivel de exigencia. La intermediación se define por el control de los TTOO, las estrategias empresariales independientes y los métodos de promoción y comercialización tradicionales.
El Turismo Postfordista se da en los años 80 y continúa hoy en día. Se caracteriza por la constante innovación y la gran competencia que permite incrementar el peso de la demanda. La satisfacción no está directamente vinculada al uso de bienes y servicios sino a la anticipación y la imaginación de su uso. Supone una reacción de los consumidores contra la oferta homogénea. Se desarrollan nuevas practicas, nuevas maneras de hacer y organizar, nuevos escenarios, nuevas necesidades de la demanda, nuevas perspectivas y nuevos espacios. Consumidores más sutiles y sofisticados. Uso del MKT para camuflar el cariz industrializado y masificado de los productos. Es un turismo más auténtico, heterogeneo, más fragmetado y menos estandartizado.
Estas explicaciones son muy resumidas pero introductorias y fácilmente comprensibles. Una de las características principales del turismo Postfordista es la introducción de la sostenibilidad o desarrollo sostenible que integra tres vertientes que son la medio ambiental, la económica y la social.De manera generalizada, se habla del turismo fordista como el de la época franquista y el postfordista como el de la globalización (se empezó a mover en los años 80 aunque para mucha gente es un hecho reciente). Por este motivo, nos tenemos que situar y fijarnos en cada destino y en cada producto turístico para saber en qué periodo clasificatorio están a día de hoy y reflexionar sobre el hecho de por qué se sigue dando apoyo a modelos obsoletos que no contemplan criterios de sostenibilidad social en tiempo de globalización y de sociedad del conocimiento.
Sin entrar en detalles, dejo la reflexión para que se profundice sobre si es necesario mantener antiguas estructuras que pertenecen a la época industrial cuando ya estamos en la sociedad del conocimiento que se caracteriza por otras dinámicas que buscan la sostenibilidad social que quiere decir el bienestar social general mediante un turismo bien planificado, bien gestionado, bien financiado y bien invertido con un alto componente de retorno social.
No es sólo una reflexión sino una tendencia de rigurosa actualidad en los sectores intelectuales visto el momento histórico que nos ha tocado vivir.