Mientras surfeo por los blogs de Turismo, me llama especialmente la atención que todos quieren innovar para salvar sus empresas en particular y el sector en general. La búsqueda desesperada de la tan ansiada innovación, se presenta como la panacea que nos va a salvar de los efectos devastadores de la globalización. Estos hechos, determinan la gratificante realidad de que por fin, nos estamos acercando a una nueva dimensión turística, en el sentido de que se está acabando el afán por copiar frente a la necesidad de innovar.
Me preocupan las nuevas innovaciones porqué la mayoría de ellas se quedaran a medio camino. Innovar es ofrecer más valor al cliente siendo una empresa socialmente responsable. Ofrece más valor al cliente, sí porqué significa que seguramente obtendremos más beneficios económicos. Desgraciadamente, la mayoría de las innovaciones olvidan el apartado de ser empresas socialmente responsables. Esto no significa que deban aplicar la Responsabilidad Social Corporativa que básicamente es aplicar los sistemas de Calidad ISO 9000 e ISO 14001, junto a informes de lavado de auto imagen que no suelen solucionar los conflictos internos.
En realidad ser una empresa socialmente responsable es asumir un compromiso voluntario con todos los actores internos y externos. La empresa se sitúa en la vanguardia, más allá de sus obligaciones legales y se convierte en una empresa abierta e innovadora cuya finalidad es contribuir a dar más valor al cliente, más beneficios económicos y lograr un entorno social más cohesionado y con mayor bienestar.
Pasar de la copia a la pseudoinnovación, no convence. El primer paso para innovar no es el de generar ideas. Es un cambio de mentalidad que se dirige a una nueva cultura empresarial de base innovadora. No se trata de tener una idea genial. Es más bien querer ser una empresa genialmente innovadora. Esto significa, además, ser socialmente responsable.
El primer paso, no es el cambio si no las ganas de cambiar. Incorporar la ética a la empresa, es el segundo paso. Para ello, existen unos caminos determinados que no pasan únicamente por la RSC y que os iré contando a lo largo de este blog, entre otras muchas cosas.