Objetores de Conciencia Turística
No hace mucho he tenido que hacer un estudio sobre un parque natural en la Comunidad Valenciana donde me he tenido que centrar en descubrir las posibilidades de crear producto turístico desde el punto de vista de la planificación con el objetivo de dar información a un ayuntamiento para tomar decisiones que tienen como finalidad decidir si tienen el suficiente potencial para adentrarse en la industria turística o mantenerse al margen.
Cuanto más estudio, más claro tengo que el turismo es como una plaga que se extiende de manera silenciosa. Es como la sombra del viento. Allí donde se le abre la puerta para darle entrada, pasa para quedarse, arrasando con parte de lo que encuentra e imponiendo su textura de codicia y sólido fundamento económico, carente de aroma social.
El pueblecito tiene sólo 100 habitantes que viven en la cima de una colina, disfrutando de una gran belleza paisajística y tranquilidad. Se encuentra en medio de un entorno ecológicamente rico, lleno de recursos históricos y culturales aunque tienen una especificación y singularidad media, tirando a baja.
Pensar que lo que pueda llegar a dejar escrito en un papel para presentar a un ayuntamiento puede acabar con la calidad de vida de estas personas hace que me sienta mal y una vez más, me formule preguntas y reflexiones…
Cada día tengo más claro que turismo SÍ pero Turismo Responsable. Esto quiere decir que la nueva era del turismo tiene que fundamentarse en una visión absolutamente post-fordista.
Cuándo escucho a los grandes innovadores de la Sociedad del Conocimiento como Timothy Berners-Lee en su discurso de investidura como Doctor Honoris Causa en la UOC, padre de la World Wide Web y a Marc Zuckerberg, creador de Facebook, detecto que coinciden en sus objetivos globales. Los objetivos de las innovaciones tienen que ser la mejora de la calidad de vida global.
Lo mismo tiene que suceder con el Turismo. El turismo requiere mucha planificación y es por eso que mi propuesta de acción del caso concreto mencionado anteriormente será de productos intangibles, sostenibles y responsables. Sinceramente, no puedo concebir el turismo de otra manera que no sea innovadora, sostenible y responsable. Traducido significa que el beneficio tiene que ser social, global y los impactos negativos tienen que ser mínimos. El resto, son chapuzas. Es por eso que considero que no sólo tenemos que avanzar hacia un consumo de productos turísticos responsables sino que incluso, se tendría que establecer la figura del objetor de conciencia turística, establecido en cada uno de los niveles de la cadena de valor.
¿Os imagináis un turismo y una planificación turística con concienciación ética en el primer mundo?